domingo, 28 de diciembre de 2014

El Sol mendigo

Déjame contarte este pequeño cuento; Dicen las lenguas más antiguas, que vivió un mozo altanero, de porte serio y elegante, que no por ello menos bello, que a su paso iluminaba con su verso, era tal el ego, que quiso oscurecer los mismos rayos de luz de luna que refleja en aquel puente de barcas, que no por ojos eran del mismo olvido…
Pero incumplió una promesa al mismo Dios, y es que su belleza la perdería cuando sus primeras luces dejaran de iluminar un Guadalquivir sereno, raíz de su primer rayo, su ser deambula por un sueño de un sol mendigo, en donde nunca es suficiente una caricia de la suave brisa que recorre el alma.
Vuelan sus manos hacia la piel serena de la ciudad que habita y en su vientre, revolotean las penumbras lujuriosas del adiós enardecido por la promesa rota. Encendidos los deseos jugo a columpiar sus ansias en un haz de luces de colores con motivos de otras fiestas, como no, el tiempo que no muere y nunca frena ante el dolor, ni ante la muerte.
Su amor escala imposibles muros y solamente en la sonrisa de aquel niño encontró las fuerzas para seguir. A partir de tu primera caricia serena de calor invernal sus labios aprenden, nunca hace frío ante tu presencia, y nuevamente un abecedario de pasiones y en el corazón acelerado se escribe una lectura directa de ensueños y de ilusiones. ¡OH Híspalis! ¿Cuántos relojes habré de quebrar para rozar tus manos? Dichoso el viento que te besa cuando quiere y no te pide permiso para equilibrar las fuerzas de una vieja ciudad que no podrá ver nunca de noche. A partir de su primer beso con todo los atardeceres y sonrisa, en el inmenso sueño universal, del amor de un poeta...
Inmensa soledad, torrente de aguas serenas, de tardes interminable, sin soles, de atalaya cercana y lejana florida, alcánzame en amaneceres invernales y deja que se quiebren los primaverales lamentos de cornetas de mi madrugada. Flor de incienso aroma de la vainilla y el azahar amargo de cítricos quemados, invernadero de luces y flores de un abismo almendrados. Porque mi corazón, reclama tu presencia y nuca pudo ver la ciudad que ama con la Luz de mi Luna amada...

domingo, 14 de diciembre de 2014

El Reflejo

Hubo un cielo de estrellas y la luna tejió remansos con el río, el día que sus manos acariciaron suavemente su busto y tallaron su mirada, se detuvo la tierra, y un sueño de color, color verde como mi Esperanza, color de muralla, color de aromas y un canto que quema mi alma, pero en todo caso, nada pierdo si te alcanzo... 
No estoy inerte, solo cautivo de esa sonrisa, que ríe y que llora y que se alza en el lamento, que vive y que muere en pos de mi Esperanza... ¿Qué crees tú? Eso mismo dijo el viejo a la almena, pero ¿Quién es? No necesitaría diez mil voces, para aclamarla, para elevar mi amor a través del mar, timón y fuente de Esperanza... 

Y entre plumas blancas...
Ya se nos ocurrirá algo, 
si para eso tu mirada es eso 
y mi pasión intensiva ¿No crees qué? 
¡No! ni pensarlo, si este amor solo me arrastra,
que te busco entre calles por que ríes de día y de noche lloras
y tres siglo de llanto no basta...
¡Si! ¿Estoy loco? Como si esto fuera nuevo. 
Pero amor, ¿Quién no esté enamorado, de esa mocita que por abril que dicen que se refleja por San Gil y no estoy loco o soñando?
Por ver pisar mi tierra, el mismo suelo que me embarga,

el mismo suelo de mi Esperanza…

martes, 25 de noviembre de 2014

Dulce Tristeza

Fueron las letras y más letras las que aquí comenzaron a fraguar este sueño, entre conversaciones discretas y tardes largas, nació la magia imperfecta, la ilusión por el detalle, la disparidad de los sonidos, que logró sellar dos mundos distintos y un mismo caminar. Porque esta prosa lleva tu nombre, que realza la belleza de su contenido y la magia en mi palabras, que a medida que va detallándote, se hace más excelsa…

Callo al mirar mi próximo horizonte en tu delicado caminar, y vamos juntos lo creas o no ¿Soleá me das tu mano?. Mientras guiándome atreves de las agujas de un próximo tiempo, quizás haya una indiferencia mal soñada, creada por el placer que me da observar mientras me recreo perdido entre los doce guardianes de tu templo, sonrío a medias ocultando mi inconformidad, en el teatro en que se convierten tus calles abiertas al día a día o del resto de los días… En eso tú decides.

Después de todo, todo está por vivir, hagamos una cosa… te doy venia a que me indiques la senda a tu corazón, te escucharé por todas las veces que perdonaste, pero también rogándote que escuches mi petición, me hagas participe de tu Dulce Tristeza… Me hagas participe de un momento, esa milésima de instante, una oración, una nueva conversación, ese dialogo perfecto entre mi ser y tu tristeza, una redención de este castigo autoimpuesto por la distancia entre dos mundos y ha escasos cinco metros, por pensar más que sentir, culpables soy por dejar al corazón oír… a que amanezca nuevamente esperare, hazme el trayecto dulce, mientras busco la tonalidad que une nuestras almas, usa el sello de tu inicial con una “A” angelical y que se haga imborrable al tiempo buscando la estela que nos guíe al dialogo de la realeza del alma…

jueves, 13 de noviembre de 2014

Dualidad

No creas que me he olvidado de nuestro amor, tan solo se ha añadido otro nombre, no he olvidado mi promesa, pero otros nombres, otras calles y otra madre, pide que cuide de su tristeza, mi arrabal no se ha perdido, solo se ha dividido, es la dualidad de la historia de vida, aun lado Sevilla, al otro Triana, con sus dos Esperanzas, aun lado un arrabal y al otro un rio dividido, pero dos madres que lloran en el pañuelo de un mismo suelo. Por eso mismo en la soledad de mi diván, ya la espera significa esperar, esperar, para verte y sentir la sensación que da tu delicado aroma, quizás tu tenue belleza, quizás resistiré el tiempo como las agujas marcadas de un reloj en la eternidad, para que te encuentres conmigo, y mi corazón...
Te voy a ayudar; sólo aceptaré compartirlo, ¿Si buscas refugio? Te ofrezco la pasión que mostré desde el primer instante que supe tu nombre.
¿Si la devoción es poner una muralla de nombres? Solo te llamare Madre, porque la tristeza no entiende de silabas pero si de silencios y oraciones…

domingo, 19 de octubre de 2014

Soledad


Aun recuerdo aquella noche gélida de enero,
fría con bruma y olor cercano al río,
en mi alma sigue aquella bella mirada,
mirada, afligida y fatigada...
Si pudiese consolar esa mirada,
en esa soledad que te circunda y ser el reloj que ve
pasar tus horas, acorraladas, entre luces y penumbras,
no habría necesidad de anunciarte el ángelus,
en el alba, estaría toda mi alma, y esperanza en un nuevo camino...
Yo he visto al viento frío de tus noches inciertas,
he visto al sol llorando por tu falta de tu presencia,
en mi locura de un rocío nocturno y he visto a la soledad,
en penumbras, sin el aroma de una flor y te he visto a ti, lejana,
como escogiendo circunstancias, que te den la vida en un solo beso, en un solo suspiro, en una sola y en un sueño, que nazca al despertar....
La que guarda un Rosario en tu mirar,
y dos susurros juntos, el tuyo y el mio.
Todo continuo como si fuera un juego,
un juego con reglas y la mayor era no te enamores
pero lo único que desconocía es...
que este juego yo lo perdí mucho antes de jugar
entre brumas, murmullos y miradas...

martes, 14 de octubre de 2014

El rincón del corazón

(Dedicado a ti, ya sabes porqué, me diste la llave del alma y me has mostrado ese rincón del corazón de un pueblo)

Fotografia de Raúl Cejas Pérez

La vida se vuelve monotonía cuando tú presencia falta ya de mi existencia. Atardece en la soledad de una capilla cerrada, sin luz y fría, donde solo hay pruebas de que estuve junto a ti, no logro diferenciar entre la luz del sol o de la luna, pues son quienes me hacen recordar aquellos momentos donde todos respiraban por un mismo Dios. ¿Cuántos muros se construyen con el correr del tiempo?, ¿Cuántos fuimos capaces de describirlo?, ¿Acaso lo intentamos? Nos hizo falta poseer la capacidad del perdón ante los errores de cada quien, nos faltaron la fuerzas para reconstruir lo que ya había sido construido con amor de un pueblo y olvidamos cada uno de nuestros temores. Desfallezco ante la mirada del Terrible, realidad que me acompaña desde mi ayer, pues solo quería clavarme en mi alma hasta que la edad no existiera, hasta poder respirar eternamente, ese que habita más allá de los sueños, más allá del recuerdo...

jueves, 9 de octubre de 2014

7 de Octubre Rosario

Siempre hay una mirada, unos ojos que te hacen temblar, que te hacen suspirar a cada segundo, un mirar almendrado que hacen que los pilares de tu tierra y de tu vida marquen un antes y un después en tus días, siempre hay una mujer de rostro que no puedes olvidar y que desearías ver siempre reflejada su cara en cada rincón de tus calles, de mi senda y de mi caminar eterno.
He perdido el sentido de la nostalgia, pero no de tu perfil que llora, más aún puedo sentirte en la distancia. Esa distancia mínima y milimétrica de tu rostro y el mío, que incluso me hace percibir tu aroma a rosa temprana de galilea.

Ya está cerca mi momento, el momento de partir, muchos días de no verte, han hecho que mi vida refleje el segundo a segundo de una pasión desmedida y sincera, mi último deseo antes de partir.
Besarte la mano con el último suspiro del alba.
¡Como la primera vez!.

Hablarte cara a cara como antes,
cuando los rayos de luz alcanzan la mañana.
Esa oración que era música de encanto,
melodía inconclusa de pasiones
entre nosotros que perdura por siempre
en la historia de mi fe, de mí, y de mi memoria…

Es verdad que nunca no es nunca, y tal vez, sea un deseo, te he visto al alba y de madrugada, con los rayos de sol de la tarde, con la luz del medio día y con los atardeceres malvas que tan hermosa te hacen cordobesa, que llenan mi deseo y mis sueños de esperanzas...
Si ayer fue tu día, me hubiera gustado cumplir mi deseos de estar, de verte, de robar ese beso a solas en tu casa como aquel en tu altar, rodeados de gentes y de multitud, pero a solas al fin y al cabo, y en el centro de todos solo tu, llegaste cuando más te necesitaba y yo aún no lo sabia... Felicidades, solo felicidades…

miércoles, 8 de octubre de 2014

Promesas

No me prometas cosas que no puedes cumplir... Es verdad
Pero si te prometo que la noción del tiempo no la tendrás entre caricias y besos que te regalan las brisas que llegan del río, te envolverá y olvidaras por un instante que existe.
Moriré por ver amanecer entre tus calles desnudas, dormida plácidamente, mi cuerpo libre de carga, la Luz de la luna reflejos de una pasión y viviré en el olvido de mi ciudad... No quiero que me entiendas solo que me sientas.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Metamorfosis


Observo pasar los días lluviosos cual crío tras el cristal en las tardes olvidadas de invierno, que ansía el calor del brasero en su regreso del paseo de media tarde, viendo como los caminos por donde ha derivado mi vida se encuentran desolados, inhóspitos, inmersa en ilustraciones construyendo con la ilusión de un “quizás”. Corrientes de arroyos de historias de la antigua urbe se dejan colar por mi mente, no existe un solo segundo donde no estés…

Entiendo a veces poco lo que siento y comprendo, solo imagino ver caer del sol los rayos de luz en una tarde en la lejanía del mes de marzo, cuando las primeros cantos de vencejos se aniden en las gradas de una ciudad donde soy mero espectador del más bello y universal de los poemas escritos “Ciudad aquí tienes tu tiempo añorado”. Ante una duda, un despertar y abrir de estos ojos que solo veían para ti, un color, quizás adivine un olor y Sevilla te ha envuelto entre el batir de alas y el suave grajeo de una mañana de brillantes colores metamorfoseados, no es ilusión, no es mi sueño, es la realidad de un despertar que se hace eterno mientras te lo describo y tu lo sueñas una vez más.

No puedo morir en el abandono de mi sueño, pasar del dolor y del olvido, al clamor, al éxtasis de ver una vez más el blanco caminar entre la vereda verde, de clavada mirada de niñez inocente en busca de la mitad de mi alma, porque la otra mitad estará prisionera en el secreto guardado del corazón de la ciudad, sangro prosa y versos profusamente y tú… ¡dejándome morir por ti!.

La desnudez y la transparencia de mi proceder para tus ojos, se transformaron solo en pasajero de un viaje con cicerone que muestra orgulloso tus calles sinuosas como tu cuerpo, la oscuridad donde un “todo” se convirtió en “nada” y tan solo bastaron segundos para derribar los sentidos que afloran, el silencio no es silencio en Sevilla, ni la pasión es posible de explicar sin estar junto a ti.

Dijo un poeta que lloro mientras escribía “Podrás borrar físicamente todo cuanto te haga recordarme pero en tu pensamiento y en tú corazón he de estar eternamente pues yo he decidido dormir eternamente en el corazón de esta ciudad, acunarte lentamente con su latido y una vez más volverlo a escuchar”.

Tú temor se volvió puente…
mí realidad inalcanzable,
colocándome a las puertas de Triana…
del atardecer de un adiós eterno.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Otoño


Con la medida milimétrica y la exactitud que solo la naturaleza es capaz de reflejar, con la sincronía de un evento casual como la ventura prevista y desecha, casi armonía etérea casi literal con la certeza de la sospecha de que todo está por comenzar y que todo acabara, pero no todo acaba solo empieza de nuevo.
Se avecina un matiz, un silencio, una pausa, una causa entre la santidad y el pecado, del feliz e inusitado azar, que al esbozar un trazo o tallar un incienso en una lejana tarde de idus de marzo, se divaga en el podría, se deambula en el quizás, se pierde en el ojala.
Como la delicada talla en madera basta, de artistas y ave al anidaren una grada de piedra desgastada y alcalina, igual al lienzo de oleos con ricos colores de vivos atardeceres y brillantes amaneceres, recién pintado en el espacio astral es ese poquito de cielo encajado entre atarazanas y alcores, entre arrabales y atalayas, hasta los caños de la lejanía in situ, melliza canción del sonido de las mareas bailando en un río con nombre de inmenso mar, obra maestra de la evolución y naturaleza, musa de la misma creación, por literatos, poetas, pintores y pregoneros, Así eres tu como en el otoño de mi vida y la primavera de la próxima, si he de morir que la tierra sea la tuya, y si he de nacer nuevamente el destino elija, pero el amor por ti seguramente me haga buscarte para volver a vivir y volver a morir en ti y por ti.

domingo, 31 de agosto de 2014

Cuenta una leyenda...

Cuenta una leyenda….

Que despiertan las puertas del cielo sin calma y las cornisas del Aljarafe refugian a los amantes de la llegada de cálidos alisios en sus encuentros furtivos, una rosa de vientos baila entre nubes de espera que palpitan sin corazón.

El espejo del río se empaña de memorias y la Luna esta triste, destila perdones y culpas mientras los caños de Carmo y las torrenteras vacías aceleran la sonrisa de un atardecer de ocres por su amado Sol. No hay universo, ni firmamento, tan sólo el sonido de unos labios bebiéndose la luna.

El Sol le pidió a la Luna el regalo de una noche inolvidable, y esta enamorada a su vez le exigió un amanecer de brillantes luces, cálidos susurros y brisa con promesa de amor eterno. El sol le mostró su gusto por las fuentes y sus sonidos de correr de aguas, por la sensualidad, por la gracia efímera del perfume, por la belleza… Y la Luna fue fundiéndose lentamente con el bello perfil del aire.

El cielo se ha vestido de estrellas de colores como testigo y el frío de la madruga me ha traído el recuerdo de una rosa de los vientos, esa rosa de tus manos volando hacia la penumbra de tu deseo sin nombre, azuleja y cristalina de cobaltos con esa mirada de mieles claras y de campiña timorata, que permite que el río le cante a través de tu sonrisa. Nada antes que tú tenía sentido le declaro el Sol a la Luna y ahora la niebla del despertar disipada en el verso encendido, mientras el Sol consuma su pasión de no tenerte, como yo te tengo.

Y del amor de ambos en la lejanía de los tiempos, en la maldición de una suave línea de distancia, marcada por el caer del grano a grano de las arenas de un viejo reloj que sostuvo entre sus manos el mismo Atlas, que recortan una vez más el balcón del Aljarafe, sobre el viejo arrabal y la leyenda les regalo una noche y un amanecer y de ambos nació la primera dualidad a un lado Sevilla y al otro Triana....

sábado, 23 de agosto de 2014

La sonrisa de Dios


Yo se que tu nombre para mi es como el eco de bóveda catedralicia, y aun así no dejo de gritar a modo de recuerdo muy dentro del alma, porque sin tu pasión del tiempo, irremediablemente perdería la memoria... Recostado en el diván del tiempo, intento llegar hasta tu beso postrero y a tu sonrisa infinita, donde hay un recuerdo, aún más fuerte es la nostalgia, pero más débil que mis lágrimas y más triste que mi misma tristeza... Bendecido por tu promesa, me bebo las noches enteras, sorbo a sorbo, intentando memorizar tu rostro. Voy viviendo como un ciego, intentando agudizar la música de tu cuerpo, en donde dormí mis esperanzas y te regalé mis ilusiones, para que las pasearas por las calles de mi ansiada calma... En tu nombre retrataré mis pasiones y me refugiare en relojes de arena, para calmar el tiempo poco a poco, grano a grano, donde aún quepan, mis ensueños por el amor que me ofrendes. Seré flor para ti y descenderé con tu ilusión hasta el cielo, donde habré de abogar, por tu amor y por el mío. Encenderé en cada estrella un cirio, para que cada astro, en el firmamento, te alumbre más a ti, que alumbras mi vida, y me das motivos para la existencia eterna, llena de amor... Repetiré un concepto repetido y en cada oración, de cada querubín incendiario del cielo, estará tu nombre, aunque este no sea canción, estará encendido como si fuera el sol o la misma sonrisa de Dios...

miércoles, 20 de agosto de 2014

Yo te veo Sevilla

Yo te veo siempre, encuentro el inicio de la primavera incluido en el color de tus ojos mi niña, o del color de los sueños como verde de virginal pradera, en el azul de tus calles convertidas en ríos sinuosos de caudal cristalino, en las altas almenas que despuntan el cielo entre arrabal y arrabal que alumbran al mas allá de una vida mundana, pero llena de callejas que guardan secretos de alcoba y de mocitas casaderas, de colores sobrados de flores que en cualquier rincón de tus callejas y de arboles frondosos de parque con versos de Bequer que llenan tu mirada de niña traviesa.



Yo te veo en cada amanecer gitano como una candela de trigo dorado... Y en el crepúsculo cuando vuelan aves desertoras de las gradas catedralicias que dejan sonidos de cornetas, o mariposas nocturnas como noche de viernes santo entre carreteros gremiales o de origen moreneta. Tus manos, tus manos amor son las murallas que guardan el dogma de fe y estrellas, yo te añoro mocita, te añoro cada día y eso que vivo tan solo aun tiro de piedra que desde la atalaya vigía, te quiero mi urbe, te quiero entre la A de ave, la  M de maría morena mocita y la Z zambrana de parihuela ¿Hablamos de cofradías?, hablemos de lo que hablemos como te quiero Sevilla.

domingo, 27 de julio de 2014

No olvidemos nuestras raices

No seamos desagradecidos con nuestro pasado, no olvidemos nuestras raices, nuestra historia se escribe con letras de oro, no escondamos en un baúl de olvido a nuestros antepasados, tal día como ayer nacio en el Palacio de Dueñas Antonio Machado entre un limonar y un naranjo....


Un libro de amores,
de flores
fragantes y bellas,
de historias de lirios que amasen estrellas;
un libro de rosas tempranas
y espumas
de mágicos lagos en tristes jardines,
y enfermos jazmines,
y brumas
lejanas
de montes azules...
Un libro de olvido divino
que dice fragancia del alma, fragancia
que puede curar la amargura que da la distancia,
que sólo es el alma la flor del camino.
Un libro que dice la blanca quimera
de la Primavera,
de gemas y rosas ceñida,
en una lejana, brumosa pradera
perdida...





martes, 15 de julio de 2014

Mi infancia... Mi madurez

Ir a ese lugar donde me siento a pensar en todo....

Escuchar tu brisa toda la noche.

Te quiero como se quiere a ciertos amores,

Con el alma y sin mirar atrás, 

esta fue mi infancia y tal vez mi madurez...

domingo, 13 de julio de 2014

Luna coqueta

Luna coqueta que en el río te miras,
en sus aguas reflejas.
Luna traviesa que juegas a esconderte,
en la noche eterna.
Luna del aljarafe bajo tu luz plateada,
trenza amores.
Luna, lunera mía no dejes de alumbrar
cada verso de mi vida....

miércoles, 9 de julio de 2014

El sentido de mi circulo

Otra noche solos tu y yo,
encerrados entre cuatro bancos y una fuente,
no importa el tiempo del reloj,
guardas mi secreto interior.
He vivido tantas cosas
entre esos naranjos y arcos,
y aunque ensueños yo te encuentre
aún sigues presente.
tú...El sentido de mi circulo en mi vida
tú...Mi felicidad...Mi bella soledad.



miércoles, 2 de julio de 2014

Madīnat al-Zahrā


مدينة الزهراء

Madīnat al-Zahrā Es una ciudad Palatina que mando a construir  Abd al-Rahman III al-Nasir. Los principales motivos de su construcción son de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, los fatimíes de la zona norte del continente africano. Además de oponentes políticos, lo eran también en lo religioso, ya que los fatimíes, chiíes, eran enemigos de los omeyas, mayoritariamente de la rama islámica suní.
Pero esa es la historia y no la leyenda que se escribe así…
   


Abd al-Rahman había traído a Azahara desde Granada, una nazarí de rasgos árabes pero una belleza extraordinaria, era de tez blanca como el mármol de carrara, pero de piel aterciopelada, al acariciar su piel era amelocotonada, suave como si los rayos de la puesta de sol acariciara la piel en la playa de Netania. Su cuello esbelto, airoso, estilizado y elegante donde la distinguía y la hacía más noble que su sangre de Princesa Arabe. Su pelo recogido tras el velo se hacía entre ver de un negro casi azulado, algodonoso, suave y delicado, sus ojos de mirada atribulada, apesadumbrada pero cálida  de mirada perdida pero intensa de color aceitunado casi de dorada luz, misteriosa mirada, con un brillo especial que  pronto se convirtió en su preferida y, para demostrarle el amor que sentía por ella, ordenó la construcción de una ciudad palatina; para ello contrató a los mejores arquitectos y artesanos,
compró los materiales más preciados, maderas, mármoles, azulejos; mandó construir hermosos jardines con flores exóticas y plantas traídas desde todos los rincones del mundo, los pobló con hermosos pájaros de intensa gama de colores y mandó que en ellos creciesen árboles de frutos exquisitos. Telas, sedas, alfombras, muebles, y inciensos aromáticos comprados a los mercaderes más prestigiosos adornaban dando color y olor a las estancias de la favorita Azahara, todo lo hizo el califa por su amor. 

Sin embargo Abd al-Rahman la sorprendía a menudo llorando y sus constantes regalos no conseguían su sonrisa añorada. Le preguntó el motivo de su tristeza y qué debía hacer para contentarla, Azahara le respondió que a su tristeza el califa no podría ponerle remedio pues lloraba por no poder contemplar la nieve que baña Sierra Nevada desde la mirada de una niña correteando por los patios de la Alambra, él le respondió “Yo haré que nieve para ti en Córdoba”.

 Inmediatamente mandó talar un bosque situado frente a la medina y replantarlo de almendros muy juntos,
asolapados unos con otros, como las caricias añoradas en la tristeza de Azahara, pero la leyenda se nutre como los cálidos rayos de sol, por que al llegar cada primavera, cuando los almendros abrían su flor blanca, el olor del jazmín y del azahar de los naranjos al pie de la Medina, la nieve hacia su aparición en Córdoba sólo para su amada Azahara, que no volvió a llorar nunca y vio el amanecer de blanca dulzura de un nuevo día.

lunes, 23 de junio de 2014

Cada Segundo

El catorce de diciembre era la noche del traslado de la Macarena desde su camarín al altar. El Hermano Mayor me había confiado el emocionante privilegio de tomar a Nuestra Señora por la cintura durante ese fugaz paseo por los cielos(Párrafo del Pregón de Carlos Herrera) 


Pero yo sueño cada segundo…(A ti este pequeño fragmento de mis sentimientos)

Cada segundo que pasa se acerca más el momento de tenerte entre mis brazos de expresar lo que siento.

Cada segundo que pasa tengo la necesidad de mirarte y admirarte pues te quiero de verdad.

Cada segundo que pasa voy muriendo por mi amor, y me doy cuenta que tu simplemente eres lo mejor de mí.

Cada segundo que pasa yo vivo y muero por ti y no descanso ni un segundo hasta que estoy junto a ti.

Cada segundo que paso a tu lado, es un orgullo y sueño con llegar al cielo mientras siento tu presencia.

Cada segundo a tu lado me siento dueño del mundo porque sintiéndote a tu lado soy feliz, cada segundo...

Cada segundo sueño, cada segundo me rio, me haces dueño del destino que me acerca a tu cintura.

Cada segundo yo quiero estar pendiente de todo detalle, pendiente de ti, que sigas haciendo feliz, en tu perfil que ríe y  tu perfil que llora.


Cada segundo de vida yo soñé con bajar a la Macarena desde su camarín al cielo de su tierra. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Sentimientos

A veces me observo que fácilmente siento una extrema delicadeza en el gusto que se asemeja en gran medida a la templanza de mi pasión por ti, y que me hace más sensibles a la belleza de lo humano, en cualquiera de sus formas y sus curvas. Cuando leo un poema o contemplo algo bello o que al menos me lo parece, la delicadeza en mis sentimientos hace que todo se conmueva a mí alrededor. Unas pinceladas de mis manos sobre unas curvas crean tanto entusiasmo y satisfacción como pesar y desasosiego al pensar que cada retazo no es igual, ni volverá a suceder otra vez ese mismo trazo ¿Absurdo?.



 Una conversación contigo es un verdadero suplicio para mí, puesto que intentar recordar cada suspiro en ese rumor cuesta cada segundo un poquito más. En pocas palabras, la delicadeza en ti, el gusto por ti, tiene el mismo efecto que la templanza en mi pasión sentida. Agrandan tanto de nuestras miserias como mi felicidad, y me convierte en un ser especialmente sensible tanto a los sufrimientos como a los placeres, que escapan al resto de la humanidad. No obstante, no quiero que estés de acuerdo conmigo en que, a pesar de todo esto, somos dueños a la hora de elegir siempre un destino inalcanzable para el mismo Dios. Pero todo hombre sabio o no, se esforzará en situar su pasión en la búsqueda de él mismo, y no hay otra forma de alcanzarla, solo cultivando la delicadeza en mis sentimiento… Y esos sentimientos solo los alcanzo en tus calles.

domingo, 15 de junio de 2014

El mar, cielo y el Rey..

Y miró un mar de cabezas, en su mirada perdida sólo se ve la soledad, en sus pupilas reflejo y candor de la luz. Sus pies intentan aproximarse a la orilla  de ese inmenso mar que extrémese mi cuerpo, con un escalofrió de pasión y temor. La sensación que tengo es que formo parte de algo inmenso con sólo admirar sus pies en ese monte de color lirio apagado y salado con aromas de mar. El viento apresurado cual brisa marinera marca el camino de vuelta al arrabal. La sensación del tacto de la arena bajo mis pies, amoldándose a mis curvas, me hace sentir que tengo raíces. Las raíces de un árbol abandonado en su soledad ante tal multitud que necesita la aproximación de las olas que van a morir ante él. ¿Es posible navegar ante tanta magnitud? Sus ondulaciones, semejantes a las de los sonidos que inundan el corazón del alba, dan la sensación de incertidumbre por lo que se va a vivir. Cuando la emoción se apodera del mar lo exterioriza en un intento de encontrar la paz tocando el cielo. Sus manos alcanzan lo que buscaban, el cielo, para entonces volver a ser manso de paz y aguas de arenal fino. Pero él sabe que su tranquilidad no es duradera, que volverá a erizarse de furia y en él se perderán sueños, ilusiones y vidas. Y oirá los gritos anhelando su compasión pero lo ignorará, porque él sabe que su poder reside en su magnitud, ¡Al cielo el Rey de Triana!


martes, 10 de junio de 2014

La Distancia

La distancia es tan solo una separación física mas no sentimental, los sentimientos que compartí contigo durante todo este tiempo siempre perduraran por más lejana que te encuentres o yo no este a tu lado.

No vivo el día a día junto a ti y podré dejar en el olvido momentáneo algo de lo vivido. Sin embargo hay siempre algún detalle diario que hará que mi mente y mis sentimientos me lleven a tu lado eternamente Rosario.

Foto extraída de 
http://almenasdelamuralla.blogspot.com.es/

domingo, 8 de junio de 2014

Las Tristezas de María

Llego el año 1939 y Antonio recibió un encargo para una hermandad de Sevilla, su encargo era una dolorosa para una hermandad de negro, de las que Antonio sabía que había que cuidar cada detalle, que no sería una imagen de las populares quizás de las mas inadvertidas, pero que debería ser la imagen divina de la madre, guiada a la Tristeza y con la serenidad y la paz sosegada. Antonio enamorado de su oficio tallo una dolorosa cuyos rasgos son los de una mujer madura, con facciones bien perfiladas y morena, que aparecen envueltos en una clara expresión de tristeza y meditación con una mirada perdida y baja, el gesto de la boca cerrado y una marcada tensión en el entrecejo y en los mismos labios algo apretados. ¿Quien era, en quien se inspiro Antonio? Si Antonio reflejo a la virgen de las Tristezas en la admiración a su esposa...
Admiración al verla, trasmitida su tristeza y serenidad al contemplar  “Assueta vilescunt” dice un viejo adagio, las cosas reiteradas se envilecen. La capacidad de admiración supone siempre “Ojos nuevos” y nueva mirada a la persona que asombra… E incluso inspira al sentimiento, suscitando poesía, como dijo San Tomás: “El motivo por el que el filosofo se asemeja al poeta, es  porque los dos tienen que habérselas con lo maravilloso” y como diría un sevillano “Las Tristezas de María es la imagen del dolor de una Sevillana y que hace uno enamorarse de la Madre de Dios” 

martes, 27 de mayo de 2014

Los ojos que une un puente

Francisco era un joven afanoso tallista que heredo el taller de Andrés Cansino, casado con Teresa que también llego como el taller por medio de su maestro, y que habiéndose quedado muy joven huérfano lo cogió como aprendiz, la vida le había criado con poco apego y vividor desconsolado, aunque su taller cerca de la calle castellar muy humilde al igual que su vivienda, tampoco era del agrado de este escultor de Utrera que tuvo que marchar a la Sevilla en el XVII en busca de fortuna y buena vida, pero que solo encontró madera y gubias viejas.
Busco incansable algo de inspiración en unos y otros escultores y pintores como su amigo Juan y en su pintura sobre alegorías, pero distantemente a él, Juan de Valdés venia de una familia de plateros cordobeses y no precisamente de la pillería de la hambruna de aquella Sevilla de tunantes y picaros, por las calles que daban a la antigua muralla y que Francisco conocía bastante bien.
Francisco visitaba con frecuencia cierta Taberna risueña con fama adquirida de sus riñas por amores entre señoritos cortesanos y nobles o por cuestión en suertes de dados, naipes y fortuna de fácil crecimientos y de más pronta perdidas, ubicada en la zona del arrabal junto al antiguo postigo del aceite camino de la rivera del río justo por donde los toneleros tenían sus almacenes.
Acostumbrada era la noche que en dichas riñas, la muerte por lances con floretes y ajustes de cuentas hubiera o hubiese según marchara la madruga, o que la partida en cuestión no fuere del agrado del incauto y sin suerte noble. Allí trabajaba Salome, era un trianera guapa, encarada y bien parecida de cabello luminoso, negro cetrino, aterciopelado, largo que reposaban en unos hombros firmes, dorados por el sol, de ojos rasgados casi almendrados pero grandes e iluminados, de cuerpo sinuoso y finas curvas que dejaba entrever tras aquellos ropajes una sugerente figura de mujer andaluza. Era cortejada noche si y madrugada también por un señorito, Conde en cuestión que vivía en un palacete de la zona cercana a la Puerta en dirección a Carmona donde los caños traían torrenteras de aguas en el invierno y era camino obligado al templete de la Cruz del Campo.

También era frecuentada aquella taberna por Evaristo un gitano muy servicial del charco de la pava, que descargaba galeones en el muelle de la dársena pero no de sus sacos y si sus riquezas, que por pillo era más conocido, junto por su enjundia y atractivo que derrochaba fama de buen amante en la zona de baños y puerta de Triana. Era bastante hábil con los amores y también con el florete, quizás demasiado impulsivo y pendenciero al cual las justas le eran de suerte y algún que otro alguacil le tenía echado el hambre y las ganas de acabar con tanto gallo para tampoco corral de la zona. Evaristo pretendía noche tras noche agradar a Salome la Trianera sin suerte alguna, con promesas entre cantes de tejares, relatos de la cava y amores que huelen a hierbabuena y romero, duro rival en el joven Conde encontró… pero la suerte de Evaristo cambio una buena noche, aquel gitano enamorado de una trianera descubrió tras la confesión de un vieja castellana que Salome no podría ser suya puesto que era una hermana de padre, que tuvo descendencia con una alfarera hacia ya veintiuna primaveras, la vieja gitana castellana le indico que era mejor para Salome que siguiera cortejada por el Noble y no por el gitano.
Aquella noche Evaristo apodado el Cachorro entre los gitanos castellanos de la zona, cruzo el puente de barcas sobre el Guadalquivir que es río y amante de dos hermanas, dispuesto a confesar a Salome que su amor imposible de sangre era y no de pasión negada por ella.
Aquel joven esbelto moreno y cale, justo antes de entrar en la Taberna Vela, encontró a traición el frió acero del florete de un Conde sevillano que también entendió como propiedad aquella Trianera que pago con monedas las ganas de ciertos alguaciles y su beneplácito para dar caza aquel gallo en corral ajeno, sin previo aviso descargo una estocada mortal sobre el vientre de aquel gitano, oculto tras la sombras de la noche y con la tenue luz de unas viejas lámparas de aceite, otra descarga sobre el brazo derecho hizo que el Cachorro apoyara su brazo herido en la pared blanca de cal tiñendo de rojo carmesí y no de pasión, cinco descargas del frío acero más obtuvo sin alegato alguno, al amparo de la noche y sin defensa, las palabras no tuvieron ninguna invitación en aquella riña.

Aquel gitano apoyado y sangrando sobre la puerta de la venta, no hizo más que marcar a los pobres testigos de tanta vida marchando en el hilo de aire que buscaba una esperanza, el Cachorro abrió sus brazos heridos buscando ese hilo de aire, una mirada perdida de muerte mirando al cielo, perdida hacia la espadaña del templo metropolitano, al fin y al cabo perdida por la muerte, uno de aquellos testigos en la misma puerta de la Taberna corrió a socorrer al joven gitano que en una sola noche su amor de pasión se convirtió en fraternal de hermana y su muerte le vino en el candor de una vida marcada por las venganzas, Francisco asistió al golpe que da la vida a marca de acero toledano y sin remedio de defensión, Francisco manchado de aquella sangre del gitano y con la vista puesta en aquel suspiro de amor o suspiro a la muerte pidiendo un segundo más de aire, Francisco hayo la inspiración en aquella expiración, que cruel es la vida y que bella dulzura tiene la muerte, que vida la de aquella muerte... 
Si alguna vez quieres ver la cara de ese gitano morir eternamente, Francisco te lo mostró, pero no lo busques en la leyenda, háyalo en la antigua calle que daba a la residencia de los gitanos castellanos, búscalo al final de castilla, donde los tejares se funden con la puesta de sol que se esconde en una atalaya del aljarafe que sirve de refugio a la leyenda y llámalo por el cachorro que seguro que dios te ilumina su camino y que volverá a cruzar el puente expirando nuevamente en busca de aquella espadaña, tras los ojos que une un puente entre Sevilla y Triana.

lunes, 12 de mayo de 2014

Hoy he vuelto a escribir

He extrañado escribir, han pasado tantos y tantos días, sin saber cómo volver hacerlo, que hasta mis palabras perdidas y sin señal de resucitar gobernaban sin timón mi alma, pero en mi mente están refugiados todos aquellos momentos que merece la pena reflejar entre renglones. Hoy por hoy hay caminos diferente por donde reflejar las emociones y trasmitir los sentimientos vividos y que tantas veces he hecho y he comprobado que llegan al corazón, que he reflejado fielmente aunque a veces no lo suficiente trasladadas a la pasión vivida y soñada, basta saber que cuando las describo mi corazón vuelve a latir esclavo de mis sentidos.

No hay nostalgia peor que añorar algo que nunca ha existido, pero es posible añorar el sueño que nunca has perdido, si me lo permitís, mi sueño, mi vida y mi pasión actualmente es reflejada fuera de mi Sevilla, lejos de mi arrabal, pero no por ello menos pasión y vuelvo a reproducir mis palabras en la noche ya de un miércoles 16 de abril “¿Quien me lo iba a decir a mí?, que he nacido en el arrabal más famoso del mundo y he tenido que venir a otro arrabal a enamorarme de una veinteañera morena y de nombre Rosario que me ha embrujado el corazón”.

He vuelto a escribir gracias a ti.