He extrañado escribir, han pasado tantos y tantos días, sin saber cómo volver hacerlo, que hasta mis palabras perdidas y sin señal de resucitar gobernaban sin timón mi alma, pero en mi mente están refugiados todos aquellos momentos que merece la pena reflejar entre renglones. Hoy por hoy hay caminos diferente por donde reflejar las emociones y trasmitir los sentimientos vividos y que tantas veces he hecho y he comprobado que llegan al corazón, que he reflejado fielmente aunque a veces no lo suficiente trasladadas a la pasión vivida y soñada, basta saber que cuando las describo mi corazón vuelve a latir esclavo de mis sentidos.
No hay nostalgia peor que añorar algo que nunca ha existido, pero es posible añorar el sueño que nunca has perdido, si me lo permitís, mi sueño, mi vida y mi pasión actualmente es reflejada fuera de mi Sevilla, lejos de mi arrabal, pero no por ello menos pasión y vuelvo a reproducir mis palabras en la noche ya de un miércoles 16 de abril “¿Quien me lo iba a decir a mí?, que he nacido en el arrabal más famoso del mundo y he tenido que venir a otro arrabal a enamorarme de una veinteañera morena y de nombre Rosario que me ha embrujado el corazón”.
He vuelto a escribir gracias a ti.
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