lunes, 23 de abril de 2012

el sueño de los despiertos


Una vez tuve un sueño. Ese sueño se hizo realidad, el problema de otros sueños es quedarte en ellos y ver que los años pasan y no se han cumplido. Pero este sueño era distinto. Soñar es necesario para poder seguir viviendo, para poder sentirte vivo. Con sueños, la esperanza se mantiene viva. Pero mi sueño era especial. Los sueños nos hacen más libres. Nadie puede intervenir en ellos. Nada los derriba, tienen cimientos fuertes e ilusiones renovadas. Era un sueño sin forma, ni tiempo. Durante el mismo, podemos llegar a estar muertos y despertar de la muerte sin despertar del sueño. Podemos morir sin dejar de vivir. Mi sueño no era futuro, no era pasado. Lo tremendamente hermoso de los sueños, es no saber qué estás soñando. Llegan a nosotros, dormidos o despiertos. No era sueño dulce era un sueño eterno. No podemos controlar el destino ni decidir el cuando o el donde…, de la misma manera que podemos decidir empezar a soñar incluso despiertos. Era un sueño que ya ha empezado y nunca acabará. Mi sueño es no dejar de soñar. Mi sueño cambia de forma y lugar, nunca es el mismo pero siempre está ahí. Siempre me acompaña. Y espero que aunque se cumpla, poder seguir soñando.

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