El mundo está lleno de incongruencias. Sin embargo, insistimos en que podemos arreglar todo por nuestra propia cuenta y que nuestros problemas son los más importantes del mundo. Es decir, estamos seguros que mediante nuestros proyectos lograremos un mundo feliz, y que todo el mundo tenga un sueño cumplido y que impere la ley y la justicia. Jajajaja utopía que nunca llegará a concretarse porque es sólo eso, una utopía y nada más. Muchos se han levantado día a día y nada de nada, el ejemplo más cercano son los políticos con sus promesas, la mayoría de ellas falsas, logran mediante su estilo de hacer la política solo se enriquecen antes o después y al final terminan quitándose el disfraz de manso cordero para dar a conocer su verdadera naturaleza de violento lobo, podemos trasladar esto a otros ámbitos de la vida claro está.
Pero de vez en cuando, Dios permite que alguna de estas aspiraciones del hombre se logre, aunque sea temporalmente, y entonces el pueblo se hace Esperanza, especialmente cuando se siente uno que ya no se encuentran bajo el yugo de alguno de los tantos déspotas que pululan por este mundo. Esta manifestación de alegría y gozo las he visto ocurrir tan pronto cuando se acaba el abuso del poder y el desprecio por los demás. Pero llegará el día en que todo las incongruencias y defectos de este mundo dejarán de ser y aquellos que se hayan colocado del lado del vencedor no podrán entrar en esa fiesta permanente a la que estaban acostumbrados sin hacer el mínimo esfuerzo y que pensaban que nunca tendría fin. Si quieres ser invitado a esta fiesta necesitas primero haberte puesto del lado de tu fe, de tu vida y tu voluntad, olvidar lo acaecido, olvidar y perdonar los desprecios, es tiempo de reflexión y podrás encontrar la respuesta que siempre has estado buscando. Pero recuerda, sólo en la Soledad de Ella podrás encontrar a tu propia Esperanza.
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